Historia de la sociología

La sociología es la ciencia social que estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de los seres humanos, dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos.
En la sociología se utilizan múltiples técnicas de investigación interdisciplinarias para analizar e interpretar desde diversas perspectivas teóricas las causas, significados e influencias culturales que motivan la aparición de diversas tendencias de comportamiento en el ser humano especialmente cuando se encuentra en convivencia social y dentro de un hábitat o "espacio-temporal" compartido.
Los orígenes de la sociología como disciplina científica están asociados a los nombres de Karl Marx, Henri de Saint-Simon, Auguste Comte, Herbert Spencer, Émile Durkheim, Georg Simmel, Talcott Parsons, Ferdinand Tönnies, Vilfredo Pareto, Max Weber, Alfred Schütz, Harriet Martineau, Beatrice Potter Webb y Marianne Weber. A pesar de esto, ya desde la Edad Media, pensadores de origen árabe, como Ibn Jaldún, realizaron reflexiones académicas que podrían ser consideradas sociológicas.
Algunos de los sociólogos más destacados del siglo XX han sido Robert K. Merton, Erving Goffman, Peter Blau, Herbert Marcuse, Wright Mills, Pierre Bourdieu o Niklas Luhmann. En la actualidad, los análisis y estudios más innovadores de los comportamientos sociales corren a cargo de autores como George Ritzer, Anthony Giddens, Zygmunt Bauman, Ulrich Beck, Alain Touraine, Manuel Castells, entre otros.
Las perspectivas generalmente usadas son el interaccionismo simbólico, el socioconstruccionismo, la teoría del conflicto, la fenomenología y la teoría funcionalista, no siendo las únicas. Muchos sociólogos se han abocado al estudio de la sociología crítica, el posestructuralismo, y otras tantas basadas en la comprensión del sujeto desde una perspectiva amplia, basada en disciplinas como la historia, la filosofía, entre otras, obteniendo así una teoría sociológica compleja y cuyos conocimientos son más profundos que en los primeros casos. Para ello, se apoya en los conocimientos de autores como Michel Foucault, Walter Benjamin, Roland Barthes, Slavoj Žižek y otros.
Distintas corrientes han nutrido el cuerpo teórico de la sociología, entre las que destacan, la Escuela Francesa, la Escuela Inglesa, la Escuela de Chicago y la Escuela de Fráncfort. C La sociología, al ser la ciencia dedicada al estudio de las relaciones sociales del ser humano, y siendo ésta de carácter heterogéneo, ha producido diversas y en ocasiones opuestas corrientes dentro de su mismo que hacer; tal situación se ha enriquecido, mediante la confrontación de conocimientos, el cuerpo teórico de esta disciplina.


Historia de la sociología




Durante la época de la Ilustración y después de la Revolución Francesa, lo social y las actividades del hombre ganan un gran interés. Escritores como Voltaire, Montesquieu, Giambattista Vico se interesan por analizar las instituciones sociales y políticas europeas. Lord Kames inicia el de las causas del cambio social, y tras él, surge una corriente conservadora, muy interesada en saber las razones de los cambios y estabilidad existentes en la sociedad, liderada por Joseph de Maistre y Edmund Burke, quienes criticaron muchas de las premisas de la Ilustración.
La voluntad de crear una "física social", esto es, un conocimiento indiscutible de la sociedad de la misma forma que la Física, apareció con el positivismo del siglo XIX. El primero en defender una teoría e investigación científica de los fenómenos sociales fue Henri de Saint-Simon (1760-1825) a mediados del siglo XIX. Auguste Comte, quien fue secretario de Saint-Simon entre 1817 y 1823, desarrolló sus teorías bajo las premisas del positivismo. Comte acuñó la palabra sociología en 1824 (del latín: socius, "socio, compañero"; y el sufijo griego -logía, "el estudio de"). La primera vez que aparece impresa esta palabra es en su Curso de filosofía positiva de 1838.1
Casi en simultáneo, en Alemania, Von Stein (1815-1890), introdujo el concepto de sociología como ciencia (Die Wissenschaft der Gesellschaft) incorporando a su estudio lo que él llamó "Movimientos sociales" y la dialéctica hegeliana. De esta manera logró darle a la disciplina una visión dinámica. Von Stein es considerado como el fundador de las ciencias de la Administración Pública.
Alexis de Tocqueville (1805-1859) es también reconocido como uno de los precursores de la sociología por sus estudios sobre la Revolución francesa y sobre los Estados Unidos (La democracia en América, publicada entre 1835-1840). Analizó a las sociedades en general e hizo una comparación entre las sociedades americanas y las sociedades europeas.
La sociología continuó con un desarrollo intenso y regular a principio del siglo XX. Émile Durkheim, quien se inspiró en algunas teorías de Auguste Comte para renovar la sociología, quería en particular "estudiar los hechos sociales como si fueran cosas". Uno de los retos de la sociología era desarrollarse como una ciencia autónoma. Durkheim buscó distinguir a la sociología de la filosofía por un lado y de la psicología por el otro. Se le considera como uno de los padres fundadores de la sociología.
Él postuló las bases de una metodología científica para la sociología, en particular en la obra Las reglas del método sociológico (1895), y en La división del trabajo social (1893), libro que además es su tesis. Su método reposa esencialmente en la comparación de estadísticas y características cuantitativas, buscando liberarse de todo subjetivismo ligado a toda interpretación cualitativa, y a desembarazarse de todos los prejuicios morales o moralizadores a priori para comprender los hechos sociales como en su obra: El Suicidio.
Karl Marx es otro pensador que ha tenido una profunda influencia en el pensamiento social y la crítica del siglo XIX. Fue principalmente en Alemania donde desarrollara una teoría mayor de la sociología, influenciando posteriormente, entre otros, en la Escuela de Frankfurt.
Max Weber, contemporáneo de Durkheim, tomó un camino diferente: empleó la Ciencia política, la Economía política, la Filosofía de la cultura y del derecho, los estudios religiosos que son, según él, todo como la sociología, las "ciencias de la cultura". De acuerdo a toda una tradición de la filosofía alemana (sobre todo Wilhelm Dilthey), estas ciencias son diferentes de las ciencias naturales ya que tienen su propio método. Ellas proponen una comprensión de los fenómenos colectivos antes que la búsqueda de leyes (es el método comprensivo).
Entre los más prominentes pensadores con enfoque sociológico de los últimos tiempos hay que tener en cuenta al pensador francés Michel Foucault (1926-1984) y al autor alemán Jürgen Habermas (nacido en 1929). Al igual que los clásicos de la disciplina, estos autores no sólo han sido sociólogos sino que se han ocupado ampliamente de la filosofía y de la historia. Foucault ha sido una de las figuras más sobresalientes del pensamiento social del siglo XX. En sus obras se ocupó de materias similares a las analizadas por Weber en sus estudios de la burocracia: el desarrollo de las prisiones, hospitales, escuelas y otras organizaciones a gran escala. Por ejemplo, consideraba que la sexualidad siempre está vinculada al poder social y cuestionaba la idea de que un mayor conocimiento conduzca a una mayor libertad, porque lo concebía como una forma de "etiquetar" a las personas y de controlarlas.

Los métodos sociológicos

Métodos cualitativos

La investigación cualitativa requiere un profundo entendimiento del comportamiento humano y las razones que lo gobiernan. A diferencia de la investigación cuantitativa, la investigación cualitativa busca explicar las razones de los diferentes aspectos de tal comportamiento. En otras palabras, investiga el por qué y el cómo se tomó una decisión, en contraste con la investigación cuantitativa la cual busca responder preguntas tales como cuál, dónde, cuándo. La investigación cualitativa se basa en la toma de muestras pequeñas, esto es la observación de grupos de población reducidos, como salas de clase, etc.
Este método consiste en descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones y comportamientos que son observables. Incorpora lo que los participantes dicen, sus experiencias, actitudes, creencias, pensamientos y reflexiones tal como son expresadas por ellos mismos. Cook y Reichardt consideran entre los métodos cualitativos a la etnografía, los estudios de caso, las entrevistas a profundidad, la observación participante y la investigación-acción.
Una primera característica de estos métodos se manifiesta en su estrategia para tratar de conocer los hechos, procesos, estructuras y personas en su totalidad, y no a través de la medición de algunos de sus elementos. La misma estrategia indica ya el empleo de procedimientos que dan un carácter único a las observaciones. La segunda característica es el uso de procedimientos que hacen menos comparables las observaciones en el tiempo y en diferentes circunstancias culturales, es decir, este método busca menos la generalización y se acerca más a la fenomenología y al interaccionismo simbólico. Una tercera característica estratégica importante para este trabajo (ya que sienta bases para el método de la investigación participativa), se refiere al papel del investigador en su trato -intensivo- con las personas involucradas en el proceso de investigación, para entenderlas.

Métodos cuantitativos


Imagen que representa la estadística aplicada a la sociología.
Cook y Reichardt apuntan que "cuando se aplican métodos cuantitativos se miden características o variables que pueden tomar valores numéricos y deben describirse para facilitar la búsqueda de posibles relaciones mediante el análisis estadístico". Aquí se utilizan las técnicas experimentales aleatorias, cuasi-experimentales, tests "objetivos" de lápiz y papel, estudios de muestra, etc.
Dentro de todos los análisis de los métodos cuantitativos podemos encontrar unas características basadas en el positivismo como fuente epistemológica: el énfasis en la precisión de los procedimientos para la medición, así como la relación clara entre los conceptos y los indicadores con los que se miden (para evitar las confusiones que genera el uso de un lenguaje oscuro, que pese a ser seductor, es difícil de comprobar su veracidad). Otra característica predominante de los métodos cuantitativos es la selección subjetiva e intersubjetiva de indicadores (a través de conceptos y variables) de ciertos elementos de procesos, hechos, estructuras y personas. Estos elementos no conforman en su totalidad, los procesos o las personas (de allí se deriva el debate entre los cuantitativistas que nunca ven un fenómeno integrado, sino siempre conjuntos de partículas de los fenómenos relacionados con la observación, y los cualitativistas que pueden percibir los elementos generados que comparten los fenómenos). Sin embargo, las nuevas técnicas cuantitativas, como el análisis de redes sociales, o la historia de acontecimientos, consiguen en cierta medida superar estas limitaciones.

Método comparativo

El método comparativo estudia la correlación que existe entre uno o más fenómenos que se cotejan. Cuando se estudia, por ejemplo, la relación directa que existe entre el desarrollo del urbanismo y la relajación de las costumbres, o entre la extensión de la educación y la democracia, se hace uso del método comparativo.

Teorías y paradigmas sociológicos

Las siguientes teorías son consideradas como las grandes escuelas de la teoría sociológica moderna. Además de las expuestas, entre el grupo de las grandes escuelas se encuentran también la Teoría neomarxiana y la Fenomenología, en su vertiente sociológica.2

Funcionalismo estructural


La teoría está asociada a Émile Durkheim y más recientemente a Talcott Parsons, además de a otros autores como Herbert Spencer y Robert K. Merton. A pesar de la indiscutible hegemonía que ostentó durante las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el funcionalismo estructural ha perdido importancia como teoría sociológica.
En el funcionalismo estructural, no es necesario usar los términos estructural y funcional conjuntamente, aunque típicamente aparecen juntos. Podemos estudiar las estructuras de la sociedad sin atender a las funciones que realizan (o las consecuencias que tienen) para las estructuras. Asimismo, podemos examinar las funciones de varios procesos sociales que pueden adoptar una forma estructural. Con todo, la preocupación por ambos elementos caracteriza al funcionalismo estructural. En definitiva, se puede resumir, que para esta teoría la principal preocupación son las grandes estructuras e instituciones sociales de la sociedad, sus interrelaciones y su influencia constrictora en los individuos.

Neofuncionalismo

Aún cuando el funcionalismo estructural en general, y las teorías de Talcott Parsons en particular, cayeron en el extremismo, había en la teoría desde el inicio de su desarrollo un poderoso núcleo sintético. Así, algunos autores consideran el funcionalismo estructural como una perspectiva estrecha y que su meta debe ser la creación de una teoría más sintética a la que gustan llamar neofuncionalismo.
Jeffrey C. Alexander (1985: 10) ha enumerado los problemas relacionados con el funcionalismo estructural que el neofuncionalismo debe superar, entre ellos "el antiindividualismo", "la oposición al cambio", "el conservadurismo" y "el sesgo antiempírico". Es por ello que se han realizado desde esta perspectiva numerosos esfuerzos por superar estos problemas de un modo pragmático y en niveles teóricos más específicos, como, por ejemplo, el intento de Paul Colomy de refinar la teoría de la diferenciación.

Teoría del conflicto

Al igual que los funcionalistas, los teóricos del conflicto se orientan hacia el estudio de las estructuras y las instituciones sociales. En lo fundamental, esta teoría es poco más que una serie de afirmaciones que se oponen radicalmente a las de los funcionalistas. El mejor ejemplo lo constituye la obra de Ralf Dahrendorf (1958,1959), en ella se contraponen los principios de la teoría del conflicto con los de la escuela funcionalista.3 Para los funcionalistas la sociedad es estática o, en el mejor de los casos, se encuentra en equilibrio móvil. Para Dahrendorf y los teóricos del conflicto cualquier sociedad está sujeta a procesos de cambio en todo momento. Allí donde los funcionalistas subrayan el orden de la sociedad, los teóricos del conflicto ven la presencia del conflicto en cualquier pare del sistema social. Los funcionalistas (o al menos los primeros funcionalistas) afirman que todo elemento de la sociedad contribuye a su estabilidad; los exponentes de la teoría del conflicto identifican muchos elementos sociales que contribuyen a la desintegración y al cambio de roles.

Interaccionismo simbólico

El interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio participante, capaz de dar cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos, y concibe la comunicación como el proceso social por antonomasia, a través del cual, se constituyen simultánea y coordinadamente, los grupos y los individuos. Algunos interaccionistas simbólicos como Herbert Blumer, Manis y Meltzer o Nikolas Rose se esforzaron por enumerar los principios básicos de la teoría, que son los siguientes:
  1. A diferencia de los animales inferiores, los seres humanos están dotados de capacidad de pensamiento.
  2. La capacidad de pensamiento está modelada por la interacción social.
  3. En la interacción social las personas aprenden significados y los símbolos que les permiten ejercer su capacidad de pensamiento distintivamente humana.
  4. Los significados y los símbolos permiten a las personas actuar e interactuar.
  5. Las personas son capaces de alterar o modificar los significados y los símbolos que usan en la acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la situación.
  6. Las personas son capaces de introducir estas modificaciones y alteraciones debido, en parte, a su capacidad para interactuar consigo mismas (concepto self), lo que les permite examinar los posibles cursos de la acción, y valorar sus ventajas y desventajas relativas para luego elegir uno.
  7. Las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades.

Teoría del intercambio

El desarrollo de la teoría del intercambio tiene sus raíces en el conductismo.
El conductismo está más vinculado a la psicología, pero en sociología tiene una influencia directa en la sociología conductista y una influencia indirecta en la teoría del intercambio. El sociólogo conductista se ocupa de la relación entre los efectos de la conducta de un actor sobre su entorno y su influencia sobre la conducta posterior del actor. Los conductistas se interesan mucho por las recompensas y los costes de las acciones. Las recompensas se definen por su capacidad de reforzar la conducta, mientras los costes reducen la probabilidad de la conducta. En este sentido, el conductismo en general, y la idea de recompensas y costes en particular, han influido poderosamente en la primera teoría del intercambio.
La teoría del intercambio de Peter Blau se diferencia en distintas facetas con la de Homans, la meta de Blau era "contribuir a una comprensión de la estructura social sobre la base de un análisis de los procesos sociales que rigen las relaciones entre los individuos y los grupos. La cuestión básica...es cómo se llega a organizar la vida social en estructuras cada vez más complejas de asociaciones entre personas"(1962: 2).

Teoría de sistemas

Walter Buckley (1967) aborda una cuestión de importancia central: las ventajas de la teoría de sistemas para la sociología. En primer lugar, dado que la teoría de sistemas se deriva de las ciencias naturales y dado que, al menos a los ojos de sus exponentes, es aplicable a todas las ciencias sociales y conductistas, ofrece un vocabulario que las unifica. En segundo lugar, la teoría de sistemas incluye varios niveles de análisis y puede aplicarse igualmente a los aspectos macro más objetivos y a los aspectos micro más subjetivos de la vida social. En tercer lugar, la teoría de sistemas se interesa por las diversas relaciones entre los numerosos aspectos del mundo social, y por tanto, milita contra los análisis parciales del mundo social.

Etnometodología

La etnometodología es una corriente sociológica surgida en los años sesenta a través de los trabajos de Harold Garfinkel.
La etnometodología se basa en el supuesto de que todos los seres humanos tienen un sentido práctico con el cual adecuan las normas de acuerdo con una racionalidad práctica que utilizan en la vida cotidiana. En términos más sencillos, se trata de una perspectiva sociológica que toma en cuenta los métodos que los seres humanos utilizan en su vida diaria para levantarse, ir al trabajo, tomar decisiones, entablar una conversación con los otros. En la antropología también se suele seguir esta línea sociológica, sobre todo los antropópologos que se especializan en los estudios de la sociedad.

Dinámica social

Se entiende como un dinamismo social4 el fluir de las costumbres y creencias de una sociedad. El cambio se evidencia a través de las interacciones de cada persona con el resto social y cómo el conjunto afecta al individuo, marcando un comportamiento de comunicación global de sujetos relacionados entre sí. Las formas y convenciones de la dinámica social están marcadas por la historia y sujetas, por tanto, a un cambio permanente.
La interacción social resultante de la dinámica, expresa grados sociales, estableciendo campos de acción que se expresan mediante la diferenciación del statu quo social. En la interacción social, habría primero que establecer la capa o campo social sobre el que se va a observar a los individuos y cómo éstos influyen mutuamente y adaptan su comportamiento frente a los demás.

La necesidad de una teoría sociológica general

Los datos y observaciones de cualquier ciencia pueden ser difíciles de interpretar o sistematizar si no se posee una teoría que los ordene o los agrupe de alguna manera sistemática o racional. Así, la biología era un conjunto de datos sin un sentido aparente antes de la aparición de la teoría de la evolución por selección natural. El propio Auguste Comte vislumbró este aspecto tan importante, por lo que escribió respecto a la necesidad de una teoría sociológica:
Si, al contemplar los fenómenos no los unimos a algunos principios, no sólo nos será imposible combinar esas observaciones aisladas y, por consiguiente, sacar de ellas algún provecho, sino incluso que seríamos incapaces por completo de retenerlas; y con la mayor frecuencia los hechos pasarían inadvertidos ante nuestros ojos.
La realización de una teoría fundamental es el mayor anhelo de los sociólogos, de ahí que debe mantenerse como una fuente de inspiración ya que permite aunar todos los esfuerzos en su consecución, aun cuando no se llegue a la meta final. Aunque, desde un punto de vista práctico, existen opiniones de que no es tan necesaria tal teoría. Robert Merton escribió al respecto:
“Considero que, hoy por hoy, nuestra tarea principal consiste en crear teorías especiales aplicables a zonas limitadas de datos –teorías, por ejemplo, sobre la dinámica de las clases, las presiones conflictivas en los grupos, el flujo del poder y el ejercicio de la influencia interpersonal– más que buscar enseguida la estructura conceptual integrada de la cual derivar todas estas y otras teorías….Decir que tan necesarias son las teorías generales como las especiales es correcto pero trivial: el problema consiste en distribuir nuestros escasos recursos. Sugiero que la senda que lleva a los esquemas conceptuales efectivos en sociología quedará abierto mucho más eficazmente mediante la elaboración de teorías especiales…”.

Sistemas y teorías

El conocimiento organizado está constituido por los sistemas filosóficos, por una parte, y por las teorías científicas, por otra parte. De ahí que la sociología tiene a la vista ambos tipos de descripción, tendiéndose al primero en el caso del sociólogo de orientación filosófica y al segundo en el caso del sociólogo con orientación científica.
Un sistema filosófico ha de estar constituido esencialmente de dos componentes básicos, teórico y práctico, por lo que I. Kant escribe “Toda filosofía es teórica o práctica. La filosofía teórica es la regla del conocimiento; la filosofía práctica es la regla del comportamiento en lo que atañe al libre albedrío”.
  1. Teoría del conocimiento (lógica, ciencia, lenguaje, etc.)
  2. Teoría del comportamiento (ética)
Una teoría científica, por el contrario, ha de buscar aspectos observables y cuantificables, tratando de encontrar leyes naturales invariables que subyacen a los fenómenos descritos. Sólo a partir de ellos será posible encontrar respuestas adecuadas a los interrogantes y problemas que surgen en el ámbito de la sociedad. “El carácter fundamental de la filosofía positiva es considerar todos los fenómenos como subyacentes a leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento preciso y cuya reducción al menor número posible, constituye el fin de todos nuestros esfuerzos, considerando como absolutamente inaccesible y carente de sentido, para nosotros, la búsqueda de lo que se da en llamar la causa, sea la primera, sea la final” (A. Comte). La sociología, como rama de la ciencia experimental, debe apuntar hacia el establecimiento de una teoría que cumpla con los siguientes objetivos:
  1. Descripción de los fenómenos sociales a partir de variables observables y cuantificables.
  2. Establecimiento de leyes naturales causales.
  3. Organización del conocimiento mediante un sistema axiomático
De todas maneras, no queda excluida la posibilidad de establecer una Teoría del Conocimiento y una Teoría de la acción dentro de los requisitos establecidos.

Enfoques teóricos

Existen en sociología distintos enfoques teóricos. Los principales son el funcionalismo, el estructuralismo, el estructural funcionalismo, el interaccionismo simbólico, el marxismo y la teoría crítica.1 En cierto modo estos enfoques son complementarios. Sin embargo, existen también profundas discrepancias entre ellos, que influyen en la forma que tienen de tratar las cuestiones teóricas autores que utilizan perspectivas diferentes.
Los principales nombres asociados al funcionalismo son los de Auguste Comte y Émile Durkheim. Al estructuralismo, los de Ferdinand de Saussure y Claude Lévi-Strauss. Al estructural funcionalismo, el de Talcott Parsons. Al interaccionismo simbólico los de George H. Mead y Erving Goffmann. Al marxismo, Karl Marx y Friedrich Engels. A la teoría crítica, los de Theodore Adorno, Herbert Marcuse y Jürgen Habermas. Al funcional estructuralismo, el de Niklas Luhmann.

La teoría de Talcott Parsons

Como ejemplo de teoría sociológica podemos citar el esquema básico de la propuesta por Talcott Parsons.
  1. Las actividades sociales de los hombres se derivan de su conciencia de sí mismos (como sujetos) y de otros, y de las situaciones externas (como objetos)
  2. Como sujetos, los hombres actúan para alcanzar sus intenciones, propósitos, ambiciones, fines, objetivos o metas (subjetivos)
  3. Utilizan los medios, las técnicas, los procedimientos, los métodos y los instrumentos adecuados.
  4. Sus cursos de acción están limitados por condiciones o circunstancias inalterables.
  5. Cuando ejercen su voluntad o juicio, eligen, sopesan y evalúan lo que harán, lo que hacen y lo que han hecho.
  6. Recurren a patrones, reglas o principios morales para tomar decisiones.
  7. Todo estudio de las relaciones sociales requiere que el investigador use técnicas de investigación subjetivas tales como "verstehen" (la comprensión), la reconstrucción empática o imaginativa, o la experiencia vicaria.

Requisitos adicionales de las teorías

A través de la historia de la sociología podemos observar la aparición de teorías con distintos supuestos básicos. Dentro de la tradición sociológica imperan ideas opuestas que subyacen a las teorías. Así, podemos distinguir los tres siguientes supuestos:
  1. Las leyes que rigen a la sociedad son la suma de las leyes que rigen al individuo y se deducen de éstas.
  2. Las leyes que rigen a la sociedad son algo más que la suma de las leyes que rigen al individuo y están vinculadas a éstas.
  3. Las leyes de la sociedad son de naturaleza diferente de las leyes que rigen al individuo. Los individuos sólo adelantan o atrasan el cumplimiento de las leyes históricas.
En el primer caso, a la sociología se la fundamenta principalmente en la Psicología y en la Biología. En el segundo caso se la fundamenta en la Psicología Social, principalmente, mientras que en el tercer caso se la fundamenta en la Historia.

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